Ubicado justo al este de la Carretera 20, en Ridge Road en Stoney Creek, Ontario, se encuentra el Devil’s Punchbowl, un fenómeno natural que tomó millones de años y muchas aguas glaciares en formarse, resultando en una cascada que cae aproximadamente 33 metros. Este sitio atrae a numerosos visitantes cada año por la impresionante vista que se puede disfrutar desde el mirador. Desde allí, se puede observar el Puerto de Hamilton, el Lago Ontario, el puente Skyway y el Castillo de Stoney Creek, entre otros lugares.
Pero, ¿cómo obtuvo este impresionante lugar su nombre? Las historias y rumores son abundantes. Se dice que los contrabandistas de alcohol establecían sus operaciones a lo largo de la línea de árboles cerca de Ridge Road, y los trabajadores sedientos subían a la cima del escarpe con cubos de dos galones para recoger algo de agua fría de las cataratas. Sin embargo, ¿realmente ambos cubos se llenaban solo de agua al regresar? Muchos tienen sus dudas. Se pensaba que estos contrabandistas hacían el trabajo del diablo, de ahí el nombre Devil’s Punchbowl.
También hay rumores de que, debido a la belleza del área y la cascada, algunos pensaron que debería llevar un nombre en honor a Dios. Pero, por las actividades comerciales mencionadas y por respeto a Dios, se decidió llamarlo Devil’s Punchbowl.
Independientemente de cómo se originó realmente el nombre, el sitio es una maravilla digna de ser vista. En la cima del monte, al borde del escarpe, se encuentra el punto de observación que alberga una cruz de acero de 15 metros de altura adornada con 106 luces para iluminar sus bordes. ¿Por qué está aquí? ¿Qué propósito sirve?
Hace tiempo, alrededor de 1930, un pino muy alto se erguía en un saliente rocoso justo debajo del borde del escarpe cerca de Ridge Road. Cada año, este árbol se decoraba con luces rojas y verdes en Navidad, enviando un mensaje de saludo navideño a los vecindarios cercanos. Sin embargo, después de muchos años, el árbol comenzó a inclinarse peligrosamente, por lo que se consideró inseguro decorarlo.
Fue entonces cuando a un trío de entusiastas de Ontario Hydro se les ocurrió la idea de instalar un conjunto experimental de luces para ver cómo sería recibido. Con este propósito en mente, William Sinclair, Murray Hyslop y Bert Tyman buscaron la mejor ubicación para erigir una cruz de madera para compartir el mensaje de “Buena Voluntad” con todos en la zona circundante. Esta cruz se iluminaría durante las fiestas navideñas y de Pascua. Con el tiempo, y tras cinco años, la cruz de madera comenzó a deteriorarse y se buscó una solución permanente, resultando en la creación de una cruz de acero que se inauguró el 18 de diciembre de 1966. Esta cruz se ilumina cada noche del año recordando a todos los “valores eternos” y compartiendo la “buena voluntad de Dios”.
Las Leyendas
Durante años, han circulado leyendas sobre el Devil’s Punchbowl. Se ha dicho que en noches sin luna aún se pueden ver los ojos ardientes de un fantasma contrabandista llevando sus cubos de licor a lo largo de Ridge Road. También se cuenta que un grupo de exploradores visitó el lugar un día. Uno de los jóvenes llevaba a su perro, y mientras caminaban por el borde mirando hacia el desfiladero, el terreno cedió y tanto el chico como su perro cayeron a su muerte. El padre del chico, abrumado por la pérdida de su único hijo, sintió la necesidad de compartir su duelo con el mundo y erigió la cruz en su memoria.
Las Realidades
Aunque el Devil’s Punchbowl es un sitio impresionante, muchas personas lo visitan por otras razones. Super Dave Osborne utilizó este sitio como telón de fondo para su truco del “yoyo atómico” en 1989. Además, se han reportado
numerosos suicidios desde varios puntos alrededor del Devil’s Punchbowl, según lo reportado por el periódico Stoney Creek News a lo largo de los años. En 1991, un joven de 20 años aparentemente saltó a su muerte desde el punto de observación. Cinco años antes, una joven se lanzó al vacío y fue encontrada más tarde por un grupo de estudiantes en una excursión escolar. Alrededor de esa época, un joven se ahorcó desde las vías del tren que corren cerca de la base del desfiladero. Parece que Devil’s Punchbowl ha sido un foco de muchas tragedias a lo largo de los años.
Estas historias y eventos subrayan la mezcla de belleza natural y melancolía que envuelve al Devil’s Punchbowl, convirtiéndolo en un lugar de interés tanto por sus vistas espectaculares como por los misterios y leyendas que lo rodean. Los visitantes siguen acudiendo no solo por el impresionante paisaje, sino también por la curiosidad y el eco de las historias que resuenan entre sus acantilados y cascadas.
Este lugar, con su rica historia y sus leyendas oscuras, continúa siendo un testamento a la complejidad del espíritu humano y la profundidad de nuestras tradiciones culturales. A medida que las luces de la cruz sobre la colina brillan cada noche, simbolizan un faro de esperanza y recuerdo, no solo durante la temporada festiva, sino todo el año, invitando a reflexionar sobre la vida, la pérdida y la eternidad.
